domingo, 3 de octubre de 2010

Origen de la ètnia hñahñu

VISIÓN HÑÄHÑU
DE LA VIDA Y
DEL MUNDO
La naturaleza como un libro
Las comunidades hñähñus, como todas las
culturas indígenas de mesoamérica, tienen
una estrecha relación con la naturaleza.
La naturaleza es como un gran libro que
ellos pueden leer.
Los sueños anuncian
El sueño nocturno forma parte de la vida
diaria. Durante el sueño, los hñähñus
pueden tener anunciaciones
los otomíes no llegaron de otra región, sino que descienden de los habitantes sedentarios más antiguos del centro de México. Los valles centrales (de México, Hidalgo, Toluca y Morelos) estaban habitados por los antepasados de los actuales otomíes, mazahuas, matlatzincas y ocuiltecos, desde antes del inicio de la agricultura. los antepasados de los otomíes fueron una de las poblaciones sedentarias más antiguas de los valles centrales. Los miembros norteños de la familia lingüística otopame, los pames y jonaces, siguieron con una vida nómada, alimentándose de la caza y la recolección. Los pames, sin embargo, parecen haber creado una cultura intermedia, entre la vida nómada de los jonaces y la vida sedentaria de los grupos mesoamericanos, de acuerdo con la evidencia histórica y lingüística . El límite entre los pueblos nómadas y los sedentarios fluctuaba. Los estados de Guanajuato y Querétaro formaban parte de la zona fronteriza. Durante algunos periodos (especialmente el Preclásico Superior, el Protoclásico y el Clásico [600 a.C.-900 d.C.], y en menor grado durante el Posclásico Temprano[900-1200 d.C.]) estas entidades tenían asentamientos mesoamericanos. Cuando llegó Cortés en 1519 los nómadas dominaban esta zona ; Origen del gentilicio otomí
Como ocurre con la mayor parte de los etnónimos empleados para referirse a los pueblos indígenas de México, el término otomí no es nativo del pueblo al que hace referencia. Otomí es un término de origen náhuatl que deriva de otómitl, palabra que en la lengua de los antiguos mexicas quiere decir quien camina con flechas, aunque autores como Wigberto Jiménez Moreno lo hayan traducido como flechador de pájaros.
También resulta plausible que el gentilicio sea derivado del nombre de Oton, un caudillo de este pueblo que vivió en la época prehispánica. De acuerdo con los miembros del pueblo a que refiere este término, otomí tiene un sentido peyorativo porque está asociado con una imagen derivada de las fuentes coloniales y nahuas donde los otomíes son presentados como indolentes y perezosos. Por ello, desde hace algunos años ha habido un resurgimiento del empleo de los nombres nativos, especialmente en el valle del Mezquital, Querétaro y el noroeste del estado de México; territorios con un alto porcentaje de población étnica otomí. En cambio, en el oriente de Michoacán la recuperación del gentilicio nativo no ha tenido el mismo auge.
El territorio étnico[8] de los otomíes ha sido históricamente el centro de México. Desde la época precolombina, los pueblos de habla otomangueana han habitado esa región y se les considera como pueblos nativos de las tierras altas mexicanas.

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